Eine Argentinierin in Berlin

Por: | Von: Juan Carlos Upegui Molano
Mi Guía Hispania

In den Neunzigerjahren kam sie aus Buenos Aires, um die Veränderungen Berlins nach dem Mauerfall persönlich mitzuerleben. Schließlich blieb sie in Deutschland und wurde zur Radio- und Fernsehmoderatorin. Mit Talent und Spontanität tritt sie heute vor der Kamera auf – eine explosive Mischung, wodurch die „Berlinerin aus Argentinien“ eine wahre Medienpräsenz genießt. Hier ist Pía Castro: das berühmte Gesicht und die Stimme Lateinamerikas beim deutschen Auslandsfernsehsender Deutsche Welle.

Frau Castro, war es Ihr Traum, in Berlin zu leben?

In Berlin zu leben, war eigentlich nicht mein Traum. Mein Traum war es, einen Aufenthalt in Deutschland zu verbringen. Ich kam nach dem Mauerfall an, als die ganze Welt über Deutschland und seine Rolle bei der politischen, sozialen und wirtschaftlichen Neuausrichtung Europas sprach. Damals fand ich Berlin so interessant, dass ich mir nach meiner Rückkehr in Argentinien dachte: „Ich muss nach Deutschland zurück und Teil dieses ‚neuen‘ Berlins werden.“

Welche Erinnerungen haben Sie aus Ihrer Anfangszeit in Deutschland?

Berlin war nicht mehr das, was es einmal gewesen war: Die einst in einer Betonwand eingeschlossene und im Kalten Krieg eingefrorene Stadt wurde zu einem pulsierenden Zentrum, in dem viele Menschen, so wie ich, einen Platz fanden. Ich studierte Journalismus und Politikwissenschaften, wollte im internationalen Umfeld der Kunst und Kultur bleiben, also in einer Welt, in der viele kämpfen mussten, um zum Erfolg zu gelangen. Integration erfolgte damals nur deshalb, weil wir uns mittels Kunstkollektive gegenseitig halfen, aber nicht in einer Parallelwelt, sondern mit anderen Deutschen zusammen.

Und als Moderatorin erreichten Sie tatsächlich den Erfolg …

Ich fing als Radiomoderatorin mit einer beliebten Radiosendung in Berlin an. Dabei moderierte ich mit Latino-Akzent auf Deutsch. Zuerst wurde meine Stimme und dann mein Gesicht bekannt, als ich beim deutschen Auslandsfernsehsender Deutsche Welle mit der TV-Sendung „¡Aquí Estoy!“ (Hier bin ich!) begann – eine Fernsehsendung, bei der ich sowohl berühmte als auch gewöhnliche Menschen interviewe und gleichzeitig Brücken zum Verständnis zwischen verschiedenen Gesellschaften aufbaue.

2019 feierte Berlin 30 Jahre Mauerfall. Dennoch bestehen nach wie vor in unserer Welt Mauern und unsichtbare Barrieren. Hatten Sie schon einmal als Frau und Expatriate das Gefühl, vor einer unüberwindlichen Barriere zu stehen?

Die Tatsache, dass ich im Arbeits- und Sozialleben kaum geschlechtsspezifische Unterschiede kenne, ist einer der Gründe, warum ich in Deutschland sehr gerne lebe. Zu wissen, dass ich als Frau dabei sein darf, wo ich möchte, finde ich faszinierend, sei es beim Teetrinken mit den Mädels oder bei einer Männerrunde, ohne dass jemand fragt, was ich da tue.

Was ist für Sie Heimat?

Heimat ist zweifelsohne der Ort der Kindheit. Meine Heimat ist deshalb Argentinien.

Was gefällt Ihnen an Deutschland am meisten?

Dass man die Parameter einfach kennt. Man weiß ganz genau, was Sache ist.

Und was mögen Sie nicht so gern?

Das Bedürfnis vieler Deutschen, einem ständig zeigen zu wollen, was richtig ist, also das Bedürfnis zu belehren.

Una argentina en Berlín

Por: | Von: Juan Carlos Upegui Molano
Mi Guía Hispania – Edición nº 9

Llegó de Buenos Aires en los años noventa para vivir en persona la transformación de Berlín tras la caída del Muro. Finalmente, se quedó en Alemania y se convirtió en presentadora de radio y televisión. Su talento y espontaneidad ante las cámaras son una mezcla explosiva que hacen de esta “argentina berlinesa” todo un reclamo mediático. Ella es Pía Castro: el famoso rostro latino y la voz en español del canal internacional alemán Deutsche Welle.

Señora Castro, ¿era su sueño vivir en Berlín?

Mi sueño no era vivir en Berlín. Mi sueño era pasar una temporada en Alemania. Llegué después de la caída del Muro, cuando todo el mundo hablaba de Alemania y del rol que iba a tomar este país en la redefinición política, social y económica de Europa. Berlín me pareció tan interesante que, al volver a Argentina, me dije: “debo regresar y formar parte de este ‘nuevo’ Berlín”.

¿Cómo recuerda sus primeros años en Alemania?

Berlín había dejado de ser la ciudad que conocíamos. Aquella ciudad encerrada en el Muro y congelada por la Guerra Fría se convertía en un centro efervescente donde muchos, al igual que yo, encontramos un lugar. Estudié Periodismo y Ciencias Políticas. Yo quería seguir en el mundo internacional de la cultura y de las artes, un mundo en el que muchos luchaban para lograr el éxito. Por eso, la integración consistió en ayudarse el uno al otro creando colectivos artísticos, pero siempre entreverándonos con los alemanes, sin crear un mundo paralelo.

Y, efectivamente, alcanzó el éxito como presentadora…

Empecé como presentadora de radio en Berlín, en un programa con mucha audiencia en el que hablaba alemán con acento latino. Me di a conocer con mi voz, y terminé siendo una de las caras del canal televisivo Deutsche Welle en español con mi programa “¡Aquí estoy!”: un programa de entrevistas en el que cuento historias de gente famosa y gente común, y en el que tiendo puentes para el entendimiento entre distintas sociedades.

En 2019 se celebró el 30.º aniversario de la caída del Muro de Berlín. Sin embargo, seguimos viviendo en un mundo de muros y barreras invisibles. ¿Se ha visto alguna vez, como mujer y expatriada, frente a una barrera infranqueable?

Una de las razones por las que me gusta tanto vivir en Alemania es porque no siento mucho la diferencia de sexo ni en el trabajo ni en la vida social. Es fascinante como mujer saber que puedo estar presente donde yo quiero estar, ya sea tomando el té con las chicas o sentada en una ronda de hombres sin que nadie pregunte qué estoy haciendo ahí.

¿Cuál es su patria?

La patria es indudablemente el lugar de la infancia. Por eso, mi patria es Argentina.

¿Qué es lo que más le gusta de Alemania?

Que sabes cuáles son los parámetros y que no hay una segunda lectura de lo que puede pasar.

¿Y lo que menos le gusta?

La necesidad continua de muchos alemanes de querer enseñarte lo que es correcto, en alemán: “die Belehrung”.